A la hora enumerar los aspectos que nos ayudarán a sentirnos felices y satisfechos con nuestro trabajo solemos reparar en la importancia de tener un buen ambiente con nuestros compañeros, de recibir reconocimientos y una remuneración acorde a nuestras responsabilidades o de sentirnos seguros. Sin embargo, para el 80% de los empleados, las políticas de cuidado de la salud en el trabajo son las que más influyen en su felicidad laboral. Le siguen las políticas retributivas (70,6%). Así se desprende de la VII encuesta Adecco ‘La felicidad en el trabajo’.
La conciliación familiar no es menos importante. De hecho, según se desprende de la encuesta Adecco, es el factor más valorado para alcanzar la felicidad en el trabajo. Pero, ¿son la salud y la conciliación laboral algo que las empresas se toman en serio? ¿Cuándo hablamos de salud laboral nos referimos al tratamiento de la enfermedad o estamos ante un concepto más amplio? ¿Es cierto que solo las grandes compañías tienen recursos para velar por estos aspectos? Le hemos planteado estas cuestiones a Arturo Gonzalo, director de Recursos Humanos de Repsol.
Salud en el trabajo: De tratar la enfermedad a prevenirla
Los expertos atribuyen al ámbito laboral más de 2.500 enfermedades. Entre ellas se encuentran el cáncer y las enfermedades musculoesqueléticas o respiratorias. Pero no son las únicas. El trabajo de oficina también puede poner en riesgo nuestra salud. La prestigiosa Clínica Mayo de Estados Unidos afirma que pasar mucho tiempo sentado en un escritorio detona lesiones y enfermedades como la obesidad o el aumento de la presión arterial y de los niveles de azúcar en la sangre.
En esta entrevista en Hablamos de Salud, Arturo Gonzalo indica que se está produciendo una “evolución acelerada” de la forma en que las empresas consideran la problemática de la salud laboral. “Originalmente tenía mucho que ver con los riesgos laborales […]. En los últimos tiempos, hemos evolucionado hacia una visión mucho más integral de la salud y el bienestar. Se han ido generalizando los servicios médicos con foco en tratar la enfermedad. Sin embargo, esto está siendo reemplazado por un enfoque preventivo”, aplaude Gonzalo.
¿Cómo pueden innovar las pequeñas empresas que no tienen grandes recursos para hacer prevención en salud? Arturo Gonzalo propone una idea que cualquier empresa puede poner en marcha y que es muy útil para la reputación de la compañía: “Los empreados lo reciben como una expresión de que la compañía realmente se preocupa por su bienestar”. ¿Quieres saber de qué se trata? No te pierdas este podcast.
Salud física y emocional en el ámbito laboral: La conciliación laboral
El máximo responsable de Recursos Humanos de Repsol continúa: “Es de entender que la salud del empleado es una obligación, que la mejor forma de asegurar la salud es con una adecuada política de prevención”. Precisamente, la salud entendida como prevención de la enfermedad es la que más se aproxima al concepto de bienestar. Y aquí entran en juego la salud física más convencional y la salud emocional. Arturo Gonzalo indica: “Cada vez tenemos una visión más holística. El bienestar del empleado afecta tanto a su condición física como a su condición emocional”.
En las empresas puede estar cubierta la parte física de la salud del trabajador, pero ¿qué pasa con la parte emocional? ¿Es atender los riesgos psicosociales para que el empleado se sienta sano? ¿Debe ser la empresa un actor activo dentro de la cadena de felicidad de la persona? Arturo Gonzalo es rotundo al responder a estas cuestiones.
Poder conciliar la vida personal y la profesional contribuye al bienestar del empleado. “La dificultad para la conciliación crea una enorme tensión emocional e, incluso, un deterioro físico o dificultad para gestionar el estrés. Y la dificultad para gestionar el estrés supone problemas de sueño, problemas de descanso, problemas de dieta…”, resume el director de Recursos Humanos de Repsol.
Teletrabajo y flexibilidad de horarios en el trabajo, ¿mayor fidelización?
La flexibilidad de horarios en el trabajo también contribuye al bienestar del empleado. “Cuando tú puedes organizar mejor tu vida, cuando la compañía te muestra que confía en ti, que te valora por tu desempeño y por el valor que aportas -y no por el hecho de estar presente en la oficina-… Esa medida tiene un efecto enorme en el bienestar de los empleados”, afirma Arturo Gonzalo. Y continúa: “Para mí, la flexibilidad es una necesidad organizativa”.
Esta “necesidad” tiene también su atractivo para la compañía. La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo apunta que implantar estas medidas de flexibilidad y conciliación ayudan a:
- Fortalecer la imagen y el valor de la compañía.
- Contribuir a maximizar la productividad de los trabajadores.
- Mejorar el compromiso de los empleados con la empresa.
- Conseguir una mano de obra más competente y saludable.
“Gana la compañía, ganan los empleados y gana el conjunto de la sociedad. Porque el empleado se lleva a su casa esos hábitos saludables y los difunde entre su familia, sus amigos, su círculo social. De modo que, la flexibilidad es una de las claves de cómo entendemos el trabajo del futuro”, concluye Arturo Gonzalo.