No deja de sorprendernos cómo ha evolucionado la tecnología en todos los ámbitos de nuestra vida. El de los juguetes para niños no es una excepción. Hemos pasado de ver los parques llenos de bicicletas y combas a ceder el paso a patinetes eléctricos y monopatines con batería. Y esto acaba de empezar. Los niños de hoy en día se interesan por juguetes cada vez más sofisticados y, lamentablemente, menos sanos.
Precisamente, estos cambios en los hábitos de juego preocupan a la comunidad médica. ¿El principal motivo? Patinetes eléctricos, monopatines con batería y demás sistemas de desplazamiento pasivo que no requieren ningún tipo de esfuerzo físico pueden favorecer la aparición de enfermedades cardiovasculares. La doctora Amelia Carro, cardióloga especialista en medicina deportiva y Directora Médica del Instituto Corvilud, así lo sostiene en una entrevista en Health REDvolution, el programa de posdcast especializados en salud e innovación de RED3.0.
Patinetes eléctrico para niños y otros “juegos procesados”, enemigos de la salud
¿Tan preocupantes son estos sistemas de desplazamiento pasivo o estamos generando una alarma innecesaria? Esta experta apoya las ventajas de estos sistemas de desplazamiento pasivo como medio de transporte, pero advierte: “No deberían sustituir la actividad física que los niños realizan con el juego”. “No nos olvidemos que el juego en los niños es una forma de psicomotricidad, les educa en muchos ámbitos de la vida e incluso les relaciona. Entonces, hemos pasado de que los niños puedan hacer actividad física al aire libre a una vida totalmente sedentaria. Y esto, unido a una mala dieta, tiene unas consecuencias adversas”, asegura.
La doctora Carro compara lo que ha ocurrido en el ámbito del juego con el de los alimentos: “Los juegos de niños son ahora “juegos procesados”. Ocurre como en los alimentos. Han pasado de ser una manzana o un trozo de pan a una madalena o un producto envasado que aportan demasiada grasa, aditivos, sal y azúcar y no aportan los nutrientes básicos. Esto genera un balance calórico muy positivo y, en consecuencia, un sobrepeso”.
¿Cómo afecta realmente el uso de estos “juguetes procesados” en el índice de masa corporal y en el riesgo de desarrollo de enfermedades cardiovasculares? ¿Cómo se pueden interpretar las conclusiones de un estudio que asegura que los niños de hoy en día son un 15% menos aptos para el ejercicio físico que sus progenitores? Y, lo que es más importante, ¿cuáles son las recomendaciones de ejercicio físico en niños y que, por tanto, ayudarían a combatir este problema que va en aumento? La doctora Amelia Carro responde a estas preguntas en esta entrevista en Health REDvolution.